Regresiones: Vuelve a hacerse pipí encima cuando ya había aprendido a controlar sus esfínteres, reclama de nuevo el chupete, tiene mas rabietas…
Pesadillas: Si no puede expresar el resentimiento hacia el hermano padece pesadillas, la única forma de expresar lo que no puede definir con palabras.
Cambios de comportamientos: Se vuelve mas agrasivo, empieza a romper o tirar cosas, de pronto tiene tics, se muerde las uñas, etc. También puede pasar lo contrario, que un
niño jugueton, travieso y activo, se vuelva pacivo tras el nacimiento de su hermanito. Estos comportamientos son, al fin y al cabo, estrategias para reducir su ansiedad.
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